La mejor receta

Lectora, lector querido, te paso esta que considero lamejor receta de toda mi vida. Si despues de intentarla te gusta el resultado, por favor, compártela con todas las personas que te sea posible.

Esta receta es para aprender a pedir perdón, a ser perdonado, a perdonar y a perdonarse.

Antes de llegar al perdón es importante saber que una conducta para ser perdonada, primero debe de ser una conducta que nos cause un daño. Tenemos que sentir y reconocer ese daño. En caso de que no nos haya causado un daño, no tenemos nada que perdonar. Tenemos que sentir ese daño, y una vez sentido tomar la determinación de perdonar, por el bien del otro, pero también por la tranquilidad de nosotros mismos, por nuestro crecimiento, y por la reciprocidad del universo.

Empecemos por lo que creo que mas te interesa lectora, lector querido: SER PERDONADO, y pensemos en ese perdón de Dios. Aunque a ratos no lo creas tú, Él no lo deja de creer en ti, para Él tú eres perfecto, vales mil, hablas bonito, eres increíble; para Él, su mejor creación eres tú. Sí, muy a pesar de todo lo que haces, dices, piensas, etc. Para Él, tú no eres el pecado/mala acción que cometes, tú eres mucho más y mucho mejor que eso. Es más, aunque no lo puedas creer, Él te pone atención a ti, como si fueras el único ser sobre la Tierra. Disculpa que me valga de la religión para intentar explicarte el perdón, pero es que la Divinidad en la que yo creo es puro amor, y el perdón se basa en el hecho de intentar ver lo mejor de alguien más, como Dios ve lo mejor en ti y por eso te perdona.

Espero que creas que eres lo máximo, que tienes el Diez pintado en la frente, y que por eso mereces ser perdonado. Recuerda ahora la reciprocidad del Universo, de la energía/amor que nos da forma a todos. Ya me explico un poco mejor?

Cuando etiquetas a alguien por su acción lo limitas y le prohibes crecer; cuando te etiquetas a ti mismo pasa exactamente igual, detienes tu crecimiento. Cuando perdonas a alguien lo que estás haciendo es invitarlo a crecer y seguir adelante, ayudándote a tí mismo a crecer. Creeme ve lo mejor de los demás, estás viendo lo grande que tú también eres.