Urgencia de Lunes

La urgencia de despertar, de salir de la cama, de abrir el agua de la ducha y esperar a que se encienda el hidroneumático para que la presión alcance hasta el cuarto piso para poder darme un regaderazo, notar que ya no queda mucho shampoo para el cabello, odiar el hecho de que cada día tengo menos cabello, vestirme, lavarme los dientes, salir corriendo de casa, correr por las calles en un auto compacto, lidiar con el caos vial, llegar a la oficina y darme cuenta de que todos los días llego treinta minutos antes de la hora de entrada, trabajar todo el día para salir temprano y volver con las prisas para regresar a casa, tomar un respiro, hojear la revista que esta sobre la mesa de centro, atender cuatro llamadas mas relacionadas con el trabajo, hacer otras tres llamadas más de carácter personal, cortar las personales por la maldita prisa, entrar al baño, salir con prisa, y despues sentarme para desesperarme en lo que llega mi amor, contar los minutos, ver pasar las nubes en el cielo y volver a ver la hora en el reloj, ir a la cocina, servirme un whisky en las rocas, beber el primer sorbo deprisa y antes de que tomé el segundo veo como muere la prisa y en ese instante de verdad respiro yo.