"No se si exista un siempre, pero si existe y llega, espero que nos encuentre juntos"

jueves, 26 de junio de 2008

Traidos de mis otros blogs

Desde el camino.

La noche se aproxima. En alguna playa un hombre estará abrazando a una mujer, e imitaran ese beso del sol y la mar cubiertos por sabanas de nubes aborregadas; igual que las olas sobre la arena, las manos recrearan ese hermoso waltz de caricias sobre la piel; se fundiran los labios, se conjugaran los cuerpos, y en un erótico despliegue crearán la luz del siguiente día.
Mientras tanto mi camino se cubre con el manto de la noche, pienso en aquellos amantes con un poco de envidia y de nostalgia, y al voltear por la ventana del autobus veo en el cielo una estrella que empieza a florecer, eres tú, mi novia, mi amada, mi niña, mi complice, mi refugio, mi guarida, mi estrella, mi amiga, que llegas para decirme un te amo y entonces recuerdo que al lugar al que voy es exactamente ese que ven aquellos amantes, es ese beso eterno, fugaz, y al mismo tiempo continuo e interminable del sol y la mar, es ese mar que tú y yo somos, y que con manos suaves y tiernas como olas acariciamos las playas de nuestra piel. Te amo, espero verte en la estación.

En viernes
Hoy es viernes, amaneció el día un poco nublado, el cielo mostraba unos tintes grises de nostalgia con unos toques de luz de sol que le daban un cierto aire de ilusión esperanzada al día, similar a como se siente mi corazón cuando sabe que va a verte. Salí de la cama, miré hacia la izquierda, vi mi cruz y recé el Padre Nuestro de todos los días, tomé mi pastilla de realidad, mi antirrábico, esa pastillita que me hace ver un poco mas normal, que casi casi casi ni se me nota lo loquito, o quizá el efecto es que hace que el mundo se vuelva un poco menos rígido, menos "normal" tornándose en un gran manicomio. No se, como que me deja ver a las personas en su exacta dimensión de demencia. Me dí un delicioso baño, que combinado con la pastillita y las oraciones pone de vuelta mis pies en la realidad, a estas horas me pregunto si en verdad no es mas rico vivir en la fantasia, esa fantasia en la que estás y donde no importa si no esta tu cuerpo, esa fantasia en la que puedo besarte apasionadamente y quedarme con tu aliento, esa fantasia que me deja abrazarte sin que nadie nos mire feo, pero en fin, salí del baño, me puse un pantalon, una camisa, loción para oler rico, me peine los cabellos que aún se mantienen fieles a mi cabeza, me lavé los dientes quitando esos residuos de baba soñadora con sabor entre ensoñación y tornillo oxidado y me dispusé a subirme al mundo.
Tras varios minutos, varias calles y avenidas, tras varios recordatorios a mi querida madre, los cuales agradecía del mismo modo con amplios saludos a toda la linea femenina ascendiente de los amables conductores, llegué a mi oficina, me senté en mi escritorio y me dispuse a leer el diario, ese conjunto de palabras que la realidad decide escribir todos los días... tenía que ser mujer la Realidad para llevar un diario de tal forma tan exacta, con muchos matices de ficción, de pornografía y sordidez... y de pronto Pum!!! me pego de golpe la razón, esas letras de la realidad no eran de una mujer, no, definitivamente esas letras no expresaban un alma femenina, por lo que ahora me doy cuenta de que la realidad es travesti, o mejor dicho es Drag Queen.
Pero bueno, fuera de las inútiles cabilaciones antes anotadas, mi día sigue, y yo sigo con él arriba del mundo, al fin y al cabo de cuentas es viernes, y Dios y yo hemos pactada una tregua todos y cada uno de los fines de semana. A veces Dios medio se le olvidan los pactos, pero D. German Dehesa siempre le recuerda que los viernes Toca, y bueno este viernes en particular, o bien dicho, los últimos viernes el Señor se ha acordado, y apiadado de este humilde (jejejeje primero muerto que sencillo) ser humano, demasiado humano, y me ha de permitir la gracia de encontrarme con esos ojos soñadores, secuetrados de la canción de Cielito Lindo, que me renuevan la fe día con día, y no sólo la Fe en Dios, sino tambien en la vida, en la gente y en esa fe en uno mismo que traza los límites de nuestra capacidad de prometer.Ante todo esto puedo comprender que la fe en todos los sentidos implica una enorme promesa.
Hoy Toca y este fin de semana Promete.

El beso de los amantes
Esa unión de la boca con la boca, ese eterno-efímero momento, en el que los labios danzan, eróticamente danzan, haciéndose mutuamente el amor, devorándose incasablemente, conquistando a cada instante nuevos dominios, la boca, la mejilla, el cuello, los hombros, la mano, los hombros nuevamente, para de ahí empezar a descender por la espalda, o bien adentrándose por el escote de una blusa que deja apreciar las cumbres del paraíso, para de nuevo volver a la boca y entretenerse ahí por algo mas que un siempre o un nunca.
También esta aquel, de los nuevos novios, ese que se da con los ojitos cerrados, con los nervios temblando en las palmas de las manos, al acariciar torpemente al mismo tiempo la cintura, y donde los labios de la boca apenas se entreabren para dejar escapar un leve suspiro. Ese es un beso engañoso, aparentemente sin nada de malicia, pero que en sí incluye todo lo que tiene el beso anterior.
El mas hipócrita de los besos de los amantes es ese que se da en la mano, con imperceptible lascividad, pero que al besar la mano la deja marcada con la huella del deseo carnal, y que a partir de ese beso ha declarado suya, no sólo la mano, sino el brazo, el hombro, el cuello, el cuerpo entero, incluyendo la boca y el sexo.
El peor de todos, y quizá el mas usado, es ese beso ingenuo, inocente, ese carente de todo contenido erótico y de maldad, ese que se da en todo momento como reafirmando un amor que no necesita ser reafirmado, pero que sin embargo lo hace mas grande, ese con que se abren las puertas del cielo, ese que me diste en la plaza, en el auto, en tu casa enfrente de tu madre, ese que nos dimos a la salida del templo, ese del que colecciono muchos, y que son los peores de todos, por ser los que mas necesito ahora, los que me urgen y me impulsan a morderme los labios, a comerme mi propia boca en la búsqueda de un resto que aún permanezca escondido para saciar mi hambre de un beso tuyo.

Las razones de una sin razón
Salí de la cama, las gotas de la ducha acariciaron gentilmente mi espíritu y me hicieron poner los pies en esta realidad, en medio de un día un poco nublado y gris, con algunos indicios de un Sol que en tu honor no se resignaba a mantenerse oculto y faltar a la ceremonia de tu despertar. Ignorando los líos diplomáticos y de protocolo del Universo previos a tu despertar, terminé de bañarme, me vestí, tome un yogurt y mi antirrábico y salí al mundo. En mi camino a la oficina pensé mucho en la forma en que te amo, me dí cuenta que era locamente y me pregunté acerca de las razones para amarte, pero son tantas las razones, que se entremezclan y se combinan y conjugan creando una enorme sin razón. Estas son las razones que encontre:
Te amo porque eres guapa, sobretodo en ese recuerdo que has grabado en mi mente con tus miradas, sonrisas, caricias y palabras
Te amo por ser sincera, con tu voz y tus silencios
Te amo por los brillos que veo ahora que has desempañado y limpiado mis ojos, y por como has ido puliendo mi vida al punto de que resplandece
Te amo por lluvia que me moja en las tardes y que me recuerda la frescura de tu aliento
Te amo por tu risa que ahora me hace ver estrellas risueñas en el cielo
Te amo por revivir mi piel, mi esperanza y mi deseo
Te amo por reanimar mis instintos poéticos y bohemios
Te amo por hacerme ver en el mundo, e incluso en mi todo lo bueno
Te amo por algo mas que un suspiro
Te amo con algo mas que un cuerpo
Si no hubiera sido porque el trayecto a mi oficina no es tan largo, quizá mis cavilaciones se hubieran podido eternizar, para llegar a una simple conclusión:Te Amo

Nadie sabe donde está el amor...
Nadie sabe donde está el amorni cual es su color
Nadie sabe cuando llegani cuando se va
Yo tampoco nada sé de amor
pero anoche no dormí
y es que desde que te conocí
sólo pienso en ti

No sé porqué canciones como ésta vienen a mi mente en este momento. Lo único que sé es que el día de mañana volveré a tenerle de frente, volveré a perderme en su mirada, esperando volver a ser cobijado por sus brazos. Las horas corren rápidamente, ya voy a medio día, mi ánimo está de lo mejor, parece un pequeño, ansioso por abrir los regalos de Navidad, con esa ansía, con esa inquietud mezclada con nerviosismo. Mi mente se divierte fantaseando sobre mil escenas, y revive otras que ocurrieron en otros tiempos, en otros lugares, algunas de estas vivencias propias, otras, robadas del cine, el teatro, la literatura y la poesía, pero invariablemente en todas aparece ella, mi Beatriz y mi Virgilio, mi Desdemona y mi Casio, mi Dulcinea y mi Sancho, mi Doña Inés, mi Elena, mi Ofelia, mi gloria, mi vida, mi nube, mi luna y mi cielo!!!Cómo es mágica la imaginación, la fantasía. Ahí ella es ella misma, con diferente escenografía y vestuario, pero en todas invariablemente se que me ama, y ella se sabe amada. Yo me sé el autor de la trama, y ella al mismo tiempo es la verdadera creadora de la fantasía, y yo sólo me convierto en el que pone las letras que ella me inspira... dejo pues de ser el autor para solo ser la pluma y la tinta con que estas letras se escriben, quizá con mi mano, pero a estas alturas ya no distingo si mi mano se mueve por mi voluntad o por la de ella a través de la inspiración que me regala.Quizá mañana descubriré si soy el autor, o la pluma y la tinta impregnadas por sus sentimientos, o tal vez un enfermo de amor condenado a la vida.

Para qué escapar a este momento???

Para qué negar lo que siento, si la noche me reclama gritarlo, si mi propio corazón se rehusa a callarlo, si mi piel te extraña en cada centímetro, y mi respiración te evoca en cada suspiro? Para qué callar lo que es tan evidente, que nos amamos, con mas fuerza que el mas violento huracán? Para qué demonios callarlo, si simplemente vivirlo es la prueba mas estruendosa? Para qué escapar a este momento?
No, mi intención no es escapar de él, mi intención es entregarme, rendirme, quemar mis naves y simplemente dedicarme a crear un mundo nuevo en esta isla que es tu cuerpo, tu corazón, tu alma. Quisiera aventurarme a entrar en esa selva tan exótica que son tus ideas, tus pensamientos, tus deseos.
Confieso que mi expedición por estas parcelas de mundo no son totalmente en son de paz, tengo la firme intención de conquistarte, cada día ganar mas territorios, y en cada cima conquistada poner mi bandera y saberlo mi territorio. Confieso que tengo ganas de imponerle a cada territorio un nuevo nombre (uno que los dos inventemos), y secuestrar cada una de sus riquezas (besos, caricias, miradas, palabras, ideas, pensamientos) y como metal precioso que son fundirlas y hacer con ellas un hermoso Rosario el cual rezaré con nuevos misterios, con cada uno de esos que encierras en tu mirada.Para qué escapar a este momento? Mejor rendirse, ser conquistado y al mismo tiempo volverse conquistador del sentimiento.


El fruto prohibido

Todos los seres humanos repetimos la tentación del pecado original. Todos tenemos en nuestra vida un Fruto Prohibido, el cual, quizá, va cambiando conforme vamos creciendo, viviendo, experimentando. Quizá en muchos momentos considerabamos algo como nuestro fruto prohibido, y tal vez nos aventuramos a probarlo, cediendo ante la tentación, gracias a nuestra, a veces, debil naturaleza, y de pronto, para nuestra fortuna, quizá descubramos que ese no era en verdad un fruto prohibido, o quizá sí, pero muy a nuestro pesar, asumimos los costos de dichos actos y seguimos caminando con una manzana prohibida siempre delante de nuestros ojos.
Creo que cuando una persona se ha aventurado a, al menos probar con el deseo, ese fruto prohibido, de una u otra forma actúa irreverentemente frente a todos los demás, quienes rasgándose las vestiduras, mordiéndose los labios, pasando largas noches de insomnio, resisten a esas tentaciones capitales de asestar la mordida a aquella manzana. Aquel irreverente, traiciona así todo aquello que en algún momento podía considerarse como su promesa a cumplir en la vida, y poco a poco todo en sí se va llenando de irreverencia, de rebeldía; su pensamiento, sus emociones, sus deseos, sus pasiones, sus sueños e incluso su forma de actuar se torna irreverente, irónico, sarcástico, frío, cruel y perverso. Ante aquel no existe frente a su mirada ningún fruto prohibido aparente, ninguna tentación capital ante la cual resistirse. Esta situación puede desbordar en los mayores excesos y abusos, e imagino que tarde que temprano, al no sentir ninguna tentación ante la cual resistirse dicho individuo termina por estancarse en la monotonía.
Sin llegar al grado extremo que termino de relatar, yo llegué a encontrarme ante esa monotonía, encontrando nada mas que insipidez. De pronto, alce mi mirada y me topé frente a ese árbol, en donde, en una rama, a la altura de mi brazo extendido, se mostraba ante mi esa manzana, roja pasión, roja tentación, roja desbordante de deseo, roja brillante de un modo desomunal en aquella oscura ladera. Aún ahora no me explico como un árbol de dicha naturaleza, con frutos tan bellos y tan radiantes podía sobrevivir en aquel paraje de mi locura, tan oscuro, tan pantanoso, tan deprimente y desolador. El caso es que me dejé vencer por la tentación, y besé aquella manzana roja, radiante, llena de luz; esa luz que no recuerdo cuando fue la última vez que sentí, creo que fue allá en mi infancia, donde la palabra inocencia era un excelente modo de vida y donde Dios era un excelente amigo y compañero a toda hora. Sí, estoy seguro que fue por esa época, cuando todas las noches antes de dormir solía rezar "Angelito de mi guarda, mi dulce compañía, no me desampares ni de noche, ni de día, porque si me desamparas mi alma quedará perdida. Vete enemigo malo, que yo voy con Dios y El estara conmigo"
Sin lugar a dudas el probar, aunque sea tan solo con el deseo, aquel que sientes que es tu fruto prohibido, puede cambiarte la vida, o como en mi caso traerte de vuelta.

A oscuras y en silencio
Poco a poco se van extinguiendo las luces de la tarde, el cielo empieza a matizarse de tonos purpuras, para dar paso al manto negriazul. Afuera en la calle cae la lluvia, se escucha, se siente, y mi piel acompaña el golpeteo de las gotas en los cristales de la ventana de mi habitación. Me recuesto en la cama, apago la luz, y me dedico a observar con detenimiento las formas del agua en la ventana, a escuchar su cascabeleo, y a ver las sombras en el techo de mi cuarto, producto de la luz de noche, la luz de las calles, las gotas de agua y la oscuridad.
Así en silencio, a oscuras y a solas, de pronto el recuerdo de una oración llega a mi mente, acompañado de la imagen de tu rostro, y junto mis manos y mis labios comienzan a murmurar las palabras aprendidas desde la infancia, transformadas ahora en un gran ruego. Repito la oración una y otra vez, pensando sólo en ti. Mis ojos se empiezan a invadir de la lluvia y de pronto se sienten húmedos, y un par de lágrimas se llegan a escapar y tiernamente recorren mi rostro, reviviendo los caminos recoridos por tus caricias.
Afuera la lluvia ha cesado, pero dentro de mi habitación ocurre ahora una gran tormenta silenciosa, de pronto se escucha el estruendo de un rayo, de esos que se habían mantenido guardados a piedra y lodo en mi alma, y las repeticiones de la oración no paran.Ha llovido aqui adentro toda la noche...

Inocencia
Ayer, antes de dormir, me pusé a pensar en ti, en todos los momentos que hemos compartido, en todas las palabras (dichas, escritas, cantadas y calladas, pero al mismo tiempo adivinadas, o presentidas, o quizá sería mejor decir que fueron obviadas por ser inegablemente aparentes). Recordé cada una de tus miradas, de tus sonrisas, de tus gestos, el sonido de tus pasos, el aroma de tu perfume, retocado antes de salir al parque, tu mirada, a veces triste, a veces juguetona, a veces cansada, pero siempre llena de tanto amor, de ternura e inocencia... Quizá sea uno de tus rasgos mas hermosos, tu inocencia. Me niego a catalogarla de ignorancia de las cosas negativas de este mundo, prefiero verla como esa rebelión a darle la espalda a la luz oscura de la maldad, y se me ocurre pensar en que antes de ser concebida Dios te dio a probar la fruta del Arbol de la ciencia del bien y del mal, y te concedió la dicha de saber todo acerca de ambos lados de la balanza, y te brindó la oportunidad de una vez siendo iluminada pudieras decidir concientemente el darle la espalda a la luz del mal y dejar que la Luz de Dios te iluminara en toda tu vida.
Dicho lo anterior es que puedo decir que me siento tan afortunado de tenerte viva en mi vida, y de que Dios me de a mi edad la misma oportunidad que te dió a ti antes de nacer. Puedo decir que mi vida me ha permitido, no solo conocer, sino en mucho vivir y sufrir por la oscura luz de la realidad, saber de tantas cosas que no sanan la mente, ni el cuerpo, ni el espíritu, saber de tantas perversiones, de tantas atrocidades que la mente humana es capaz de originar. He tenido por desgracia los tiempos de revolcarme en la miseria humana, de bañarme con esas aguas negras de la vida, de estar a punto de perder mi alma, mi fé... Y bastó sólo una mirada tuya, una palabra, un suspiro, una lágrima o quizá un tierno beso para poder volver la espalda al mal y conocer y ver la luz.Gracias amor, te amo

Ensayo sobre tu mirada
Me gusta tanto tu mirada básicamente por estas razones:

Por el amor con que mira desnudando corazones. Por que encierra una llovizna,un manantial, una tormenta. Por que encierra las estrellas, el sol, la luna y los cometas. Por tus ojos que se encienden ante el milagro de cada mañana. Por la claridad de su llanto que a veces los empañan. Me gusta tanto tu mirada, por sin razones y sin sentidos, pues desde que me miraron, reavivaron mis latidos. Me encanta tu mirada, con ningún porqué, con ningún motivo. Me gusta porque me mira y me recuerda que estoy vivo

Ayer entré a una cantina...
Ayer entré a una cantina
y te canté mas de una canción.
Rodeado por mariachis y tequila,
canté sólo por ti, mi gran amor.
Usé como es usual a Jose Alfredo
para decirte "Que bonito Amor"
para irme "Despacito" hasta el cielo
y desde ahí cantarte mi canción.
Ayer entré a una cantina
y creo que aquí me moriré
aquí esperaré el fin de mis días...
A veces me gusta pensar que...
... no te conozco, que simplemente te veo desde lejos, ignorando todo lo que hoy se de ti, todo lo que hoy nos une y por lo que nos amamos tanto. me gusta pensar que tan sólo te veo a lo lejos, sentada en una mesa en aquel bar, con una copa de tinto entre tus manos, mientras que tu mirada se pierde en la nada, con esa sonrisa que esta por florecer, y también con esa pequeña lágrima que brota en tus ojos cuando te sientes extremadamente contenta o emocionada.en esos momentos en que imagino que no te conozco, que tan sólo te veo, me gusta también pensar que tú te sabes observada, y sin corresponder mi mirada actuas con naturalidad. a través de mi mirada te expreso todo lo que soy y todo lo que me provoca el simple hecho de verte, y tú lo percibes, y en algunos detalles que vas conociendo por telepatía quizá, te sonries o te ruborizas, algunos detalles de lo que sin querer te transmito te dan ganas de reir a carcajada libre, otras tantas te conmueven y te inclinan a querer llorar de compasión, de empatía.mientras que sin yo quererlo mi mirada me traiciona y te cuenta todo acerca de mi, yo me dedico a inventar la historia detras de la mujer que observo, y te invento tal y como eres, tal y como te conozco, sin omitir detalle alguno, y sin querer, poco a poco nos vamos enamorando.cansado de sólo mirarte desde la entrada de aquel bar, decido acercarme a tu mesa, y al estar a menos de dos pasos de ti, tú volteas y rompiendo con el encanto de mi fantasía me dices: "Mi amor, qué hacías en la entrada que no venías a saludarme?"

Recordando

Termina el día en la oficina. Como sucede a diario salgo con el ánimo de encontrarme con la noche, anticipando en mi mente mil aventuras, mil historias, todas las cuales me pertenecen. Algunas veces, como esta noche...Soy ese hombre, vestido de forma casual (pantalon dockers color caqui, camisa color claro, zapatos cafés y chamarra de piel tipo aviador). Camino por la noche fría en medio de la lluvia, la cual no noto por estar tan absorto en mis pensamientos. Camino por varias horas, hasta que me detengo bajo aquel balcón, aun tiene su luz encendida, y la cortina abierta. No me preocupo, la lluvia impedira que me vea, o quiza... No, es absurdo, quizá ya ni me recuerde, o... tal vez sí, quiza para ella en verdad aquel beso sea inborrable... A veces me gusta pensar que fue así, a veces me gusta pensar que soy yo ese que en silueta la abraza y besa, aquel que tiene la fortuna de dormir abrazado a su cuerpo, y amanecer rodeado con sus brazos como bufanda.Vuelvo de mis pensamientos en los que yo era él, para darme cuenta de que lo soy, y que en efecto ella esta viéndome desde la ventana, con un rostro preocupado. De pronto dejo de verla en la ventana, ahora la veo en la puerta, empapándose en su pijama rosa corre a abrazarme. Sus lágrimas cual diamantes se distinguen entre la lluvia, me besa suavemente y me acompaña de regreso a casa, no me reclama nada, al contrario se ocupa de ayudarme a secarme y yo la ayudo del mismo modo, me prepara una taza de café y platicamos enfrente del televisor de pronto...De pronto despierto, tan sólo para contarte mi sueño en el que sufría y vagaba por las calles, empapado por la lluvia y por mi llanto, sabiendo que no era conmigo con quien deseabas estar, sino conmigo.

... Y recordando

En estos días, tan cerca del reencuentro con Ella, vago entre las horas, las calles y las sombras de mis noches, pensando en el amor, el romance, el juego del cortejo, la conquista, el erotismo, el sexo, los besos, las caricias, la piel, el sudor, la sangre y los huesos.Anticipo aquel reencuentro, o será tal vez mejor decir que lo voy construyendo con sueños y fantasías, con ilusiones aún no cumplidas y recuerdos. Ella me encontrará, o quizá sea yo quien la encuentre, inevitablemente la añoranza alimentada de tantos días nos impulsará a abrir los brazos y fundirnos en un beso, y en un instante, tan breve como el más sutil suspiro, podremos encontrar en los ojos que nos miran bellos amanceres, atardeceres, días soleados y lluviosos. Tal vez Ella diga las primeras frases en aquel momento, y de ahí iniciaremos esa charla interminable que inicio el día en que nos conocimos. Nos alejaremos de aquel sitio y llegaremos aquel otro que nos brindará un refugio para las palabras dulces, los lugares comunes, la copa de vino, o quizá sea mas una tarde de martinis, donde volveremos a repasar las conversaciones hechas por teléfono y las historias y los secretos. Tanto Ella como yo en varias ocasiones sentiremos ese nudo en la garganta que anuncia la primera lágrima de nostalgia, y de igual forma sentiremos que se enchina la piel de deseo, de ansías, de ganas, ganas de besar, de abrazar, de acariciar, de estar juntos por un poco mas que un siempre.Se acabarán las copas y daremos paso al resto de la noche, y al resto de nuestras vidas. Quizá se antoje en ese momento ir a otro lugar, tal vez vayan sus amigas, y sin darse cuenta, o a lo mejor con esa intención, me abrirá aún mas las puertas de su mundo y poco a poco me iré haciendo parte de él, y llegará el momento en que el mundo de Ella será también el mío, o mejor dicho será el nuestro.Al acabar la noche nos diremos "Hasta mañana" e imagino que Ella igual que yo pensaremos por esa noche qué hubiera pasado si no necesitaramos despedirnos en la puerta. Yo por mi parte puedo decir que imagino que Ella y yo dormimos juntos, Ella con su pijama rosita, yo con mi pijama azul, abrazados toda la noche, con un sueño intermitente, a ratos despertando tan sólo para verla dormir y viceversa, y tratando de encontrar con los ojos abiertos el amanecer y el despertar.

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