El Nudo

Es con coraje, no, con tristeza, que en los últimos días, los recuerdos vienen a mi. Los recuerdos, las ideas, las palabras dichas, las calladas, las recibidas. Todo se mezcla y se atraganta, en un nudo enorme que no me permite ni gritar, ni llorar.

En mis manos se quedan las promesas vacías, rotas, olvidadas quizá...

En mis ojos permanecen las sombras, aguardando, pacientemente, eso que por no llegar a tiempo me provoca un amargo llanto...

Y la oscuridad de la noche se vuelve más profunda, y más oscura, y más sola...

Y a mitad de la noche, en esa oscuridad tan de media noche, o tan de plena madrugada, vienen a mis oídos las mil un risas, y las mil y un voces que escuchara en mi niñez... y que a tantos años de distancia todavía me asustan...

Sigo esperando que llegues, tú, mi más íntim@ y querid@ amig@ y que me ayudes a despertar, a verme en esa dimensión en que soy yo, mucho más de lo que a veces me pienso...

...

La noche me despierta una vez más, y volteo a mi lado, y aquí estás, como siempre, tú mi amiga, mi constante, y en ti todo lo tengo, y en ti, todo lo soy... Despierto a mitad de la noche y al reconocerte a mi lado me doy cuenta de que en verdad estoy despierto... que estoy vivo.

Gracias mi vida, por ser mi amor, por ser mi todo, pero sobretodo, por ser mi amiga.